tag:blogger.com,1999:blog-49511831257836895612024-02-07T02:04:15.619-08:00Leyendo entre líneas... y escribiendo entre renglones.(Blog de la escritora Jeniffer Castañeda)Unknownnoreply@blogger.comBlogger32125tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-91308890758062993082015-11-07T14:26:00.000-08:002015-11-07T14:26:59.977-08:00Vamos a jugar...<div style="line-height: 0.56cm; margin-bottom: 0.35cm;">
<span style="color: #f3f3f3; font-family: Helvetica, serif;">Recrea
esta imagen:<br />
<br />
Un niño pequeño corre todo lo rápido
que su torpeza infantil le permite, hacia otro niño, que juega solo.
Al llegar, con toda su ilusión y alguno de sus juguetes, el otro
niño se marcha. No por nada. Quizá porque se dirija hacia su madre
para mostrarle el caracol que acaba de encontrar en el suelo. Tal vez
porque haya visto algo a lo lejos que le llame la atención. A lo
mejor porque se cansó de jugar en el mismo sitio. Desde luego, su
partida nada tiene que ver con el niño que acaba de llegar.
Simplemente se marcha, y lo deja solo; de pie, desconcertado,
plantado con su juguete en la mano y mirándolo mientras se
aleja.<br />
<br />
El niño recién llegado probablemente,
después de unos segundos de confusión, se de la vuelta y se marche
por donde vino. De regreso a su madre. En búsqueda de otros niños
con los que jugar. O dónde sea…<br />
<br />
Ese niño no
albergará sentimientos de fracaso, desprecio o desolación. No se
sentirá ridículo por haber llegado cargado con más ilusión de la
que su propio cuerpo podría soportar, y por reencontrarse solo. No
analizará la conducta del niño que se marchó. No le dará vueltas
a por qué se fue. Sencillamente, y tras reaccionar, seguirá
buscando un lugar para jugar. Un juego en el que depositar su ilusión
y sus ganas.<br />
<br />
Ahora, recrea esa imagen con
adultos.<br />
<br />
El miedo al ridículo, al fracaso, al
desprecio, a ser ignorados o a que nuestra ilusión se estalle contra
el suelo, ese mismo por el que se arrastran los caracoles, nos cae
como una losa pesada en algún momento de nuestra vida… Y pesa
demasiado para quitárnosla después.<br />
<br />
Nacemos siendo
genuinos. Nacemos siendo osados.</span></div>
<div style="line-height: 0.56cm; margin-bottom: 0.35cm;">
<span style="color: #37404e;"><span style="font-family: Helvetica, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsgqDz_PVZ-4bG9_ZXbKM5-R2pxdl9BnfqPDeinirR_gOWA0Gdi-kO3BMnRVCGWngtG5PNpm05TswxtI2nQ7KWY74aiwolRjlc0NlqGPcE-6keDtz7DMgM8dC3cEiqQcmGa38gfJ1m7Lo/s1600/columpio-fantasma.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="193" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsgqDz_PVZ-4bG9_ZXbKM5-R2pxdl9BnfqPDeinirR_gOWA0Gdi-kO3BMnRVCGWngtG5PNpm05TswxtI2nQ7KWY74aiwolRjlc0NlqGPcE-6keDtz7DMgM8dC3cEiqQcmGa38gfJ1m7Lo/s320/columpio-fantasma.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="line-height: 0.56cm; margin-bottom: 0.35cm;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-15816085150401137572015-07-29T17:01:00.000-07:002015-07-29T17:01:12.143-07:00Una película de zombiesHoy intenté acostarme temprano, ¡de veras! Pero cada vez estoy más convencida de que algunos escritores somos tan noctámbulos como los vampiros... Estaba en mi cama, dando vueltas y vueltas hasta que al final encendí la luz y arranqué mi portátil. <div>
¿Qué me quitaba el sueño? La verdad, nada. Últimamente, nada me lo quita. No porque no tenga inquietudes o contratiempos. Sencillamente, porque aún con ellos intento dormir. Y eso es, paradójicamente, lo que me ha inspirado para encontrarme de madrugada creando un nuevo post en mi abandonado blog personal.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
¿Qué nos quita el sueño? Y lo que es peor... ¿qué nos lleva a dejar de soñar?</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Hace un par de semanas tomaba un café con mi hermana a la vez que manteníamos una conversación acerca de "los sueños". De los sueños y de lo enférmisima que tiene que estar una sociedad como para dejar de soñarlos.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Es como una película de zombies. Sí. Lo es tal cual. A diario nos topamos con "muertos andantes", que esperan cruzarse con algún aún-vivo para intentar devorarlo. Son peligrosos. Ellos, en cierto modo, ya han muerto y esperan alimentarse de ti, no tanto para volver a la vida como para acabar con la tuya. Para hacer que tú también vivas vacío. Vivas sin poder dormir... y sin sueños.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Una sociedad cargada de zombies, inanimados, tristes, apagados, temerosos, en donde a aquel al que se le ocurra irradiar vida puede convertirse en una presa a aniquilar. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
La queja es el alimento del alma ya moribunda. Como diría Emilio Duró "hemos hecho del malhumor una profesión; si no sufres, no trabajas", si no te lamentas, no eres realista. Y con semejante alimento vaya que si se acaba por morir. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Una sociedad que nos enseña a desmerecer nuestras virtudes, a destacar nuestras miserias. El amor propio se castiga con la etiqueta de la arrogancia y el optimismo con la de la falta de seriedad. Tenemos que lamentarnos para ser aceptados. Tenemos que renunciar a luchar, a valorar nuestras inquietudes y nuestras fortalezas. Tenemos que dejar de soñar... porque eso no es de realistas. Eso, no es de zombies. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Yo, por el momento, prefiero ser un vampiro, que dedica las horas de luna a escribir en un portátil y a beber el néctar de unos textos que de dramáticos, son sangrantes, pero desde luego me resisto a convertirme en un zombie. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Y ahora, me voy a ver si duermo... porque tengo tanto que soñar aún que no me basta el día para hacerlo.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
;)</div>
<div>
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGtqw85L_R0LnaMYL07ub8VqyX9U4B75aRmme_ZuJcuNQwGnHAlBKVaaI7GWcj4wAyOUuBH7TnzZPzt7SIkN5ypHtpTKwRnZyjAE8sjLeiba84N29I-vRAuBiliBA2CQnaiVdjC9zZfiA/s1600/zombies.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGtqw85L_R0LnaMYL07ub8VqyX9U4B75aRmme_ZuJcuNQwGnHAlBKVaaI7GWcj4wAyOUuBH7TnzZPzt7SIkN5ypHtpTKwRnZyjAE8sjLeiba84N29I-vRAuBiliBA2CQnaiVdjC9zZfiA/s320/zombies.jpg" width="320" /></a></div>
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</div>
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<br /></div>
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</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-75380300632796077892015-05-17T14:49:00.000-07:002015-05-17T14:50:36.802-07:00Existe en mi diccionario... <div style="font-family: helvetica, arial, 'lucida grande', sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.3199996948242px; margin-bottom: 6px;">
<span style="background-color: black; color: white;">Wordreference: un diccionario que ha logrado casi anteponerse a la RAE en las búsquedas de significados de términos en la red. Como escritora, solía usarlo a veces. Hasta hoy.</span></div>
<div style="font-family: helvetica, arial, 'lucida grande', sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.3199996948242px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
<span style="background-color: black; color: white;">Y es que hoy, de cara a redactar un artículo, recurrí a este diccionario para conocer la definición exacta que daba de un término concreto: "resiliencia".</span></div>
<div style="font-family: helvetica, arial, 'lucida grande', sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.3199996948242px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
<span style="background-color: black; color: white;">La resiliencia es una capacidad, pero no una cualquiera. Es la capacidad de sobreponerse a las adversidades logrando no solo que estas no destruyan<span class="text_exposed_show" style="display: inline;"> a quien las padece, sino que, por el contrario, le fortalezcan.</span></span></div>
<div class="text_exposed_show" style="display: inline; font-family: helvetica, arial, 'lucida grande', sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.3199996948242px;">
<div style="margin-bottom: 6px;">
<span style="background-color: black; color: white;">Va más allá del "si te caes, te levantas..."; y es que viene a decir algo así como "si te caes, no solo tendrás la suerte de estar seguro de que ya no puedes sino subir, sino que además tendrás más trayectoria de ascenso de la que tenías antes".</span></div>
<div style="margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
<span style="background-color: black; color: white;">En Wordreference no existe esta palabra. ¿Residencia?, ¿Resistencia?, me pregunta. No, querido diccionario, no; no busco "vivir en un lugar determinado", ni la "capacidad de resistir, de aguantar". Busco una argumentación que describa cómo es posible seguir siendo fuerte con independencia del "lugar de la vida" en el que toque vivir en cada instante; busco esa definición que aporte la actitud y firmeza precisas para levantarse con ímpetu sin necesidad de resistir o aguantar...</span></div>
<div style="margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
<span style="background-color: black; color: white;">Muchas veces he oído la frase "'Imposible' no existe en mi diccionario". Pues bien: "resiliencia" es un término que debería existir en el de todos.</span><br />
<span style="background-color: black; color: white;">Porque da igual cómo de hostil sea el terreno. Siempre se puede brotar en él...</span></div>
<div style="color: #141823; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
<span style="background-color: black;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; color: #141823; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg40h3TbTDsKvzV3lF1jpOXJ9O-mAApuUu0v2MJ0kIKV-FxbrSeZ0EpduPpw53W22qtAF-Azl37nc3ZoecdEGYOKHftH8ai3s0_6SF8ZItHndZXbUoQr3S1EMHHUth4uzme5mxwDKt-F9Y/s1600/foto-resiliencia.jpg" imageanchor="1" style="background-color: black; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg40h3TbTDsKvzV3lF1jpOXJ9O-mAApuUu0v2MJ0kIKV-FxbrSeZ0EpduPpw53W22qtAF-Azl37nc3ZoecdEGYOKHftH8ai3s0_6SF8ZItHndZXbUoQr3S1EMHHUth4uzme5mxwDKt-F9Y/s320/foto-resiliencia.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="color: #141823; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
<br /></div>
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-86542073310325600712015-04-26T03:26:00.000-07:002015-04-26T03:28:35.796-07:00El alma entrenada<div style="font-family: helvetica, arial, 'lucida grande', sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.3199996948242px; margin-bottom: 6px;">
<span style="background-color: black; color: white;">Decidí, por aquel entonces, apuntarme a un gimnasio. Empecé a entrenar a base de una rutina de ejercicios de pesas, nada de cardio: puro trabajo de fuerza muscular. Entrenamientos duros, de esos que sacan callos en las manos y formas donde antes no las había.</span></div>
<div style="font-family: helvetica, arial, 'lucida grande', sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.3199996948242px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
<span style="background-color: black; color: white;">Probablemente la meta, cuando se comienza un entrenamiento así, no es otra que "volverse más fuerte", sin flacidez. Todo apuntaría a que lo estoy logrando.</span></div>
<div style="font-family: helvetica, arial, 'lucida grande', sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.3199996948242px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
<span style="background-color: black; color: white;">Digo "probablemente" y uso el condicional y no el presente sim<span class="text_exposed_show" style="display: inline;">ple en esta última frase porque, en el fondo, no estoy tan segura, a pesar de lo que puedan decir el espejo, la báscula o la cinta métrica, y es que hace unos días, tuve la ocasión de hablar con una persona que se siente, literalmente, “flácida”. Sin ánimo de ofender a nadie, que esta persona tiene un físico maravilloso, pero me hizo darme cuenta de cuan equivocado tenemos el concepto “fuerte”.</span></span></div>
<div class="text_exposed_show" style="display: inline; font-family: helvetica, arial, 'lucida grande', sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.3199996948242px;">
<div style="margin-bottom: 6px;">
<span style="background-color: black; color: white;">Hay demasiada gente “fofa”. Y, evidentemente, no hablo del físico…</span></div>
<div style="margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
<span style="background-color: black; color: white;">Hay gente con el alma anoréxica. La anorexia distorsiona la percepción de la realidad, lleva a la persona a dejar de alimentarse y, como consecuencia, el cuerpo gasta todas sus reservas, hasta finalmente consumir el tejido muscular. La persona, así, se vuelve raquítica, enferma. Triste. Hay gente con el alma anoréxica. Con la percepción de una realidad emocional distorsionada, que han dejado de alimentarse de emociones y consumido todas las reservas de pasión e ilusión que les quedaban. Almas raquíticas. Enfermas. Tristes...</span></div>
<div style="margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
<span style="background-color: black; color: white;">Hay gente con el alma afectada de obesidad mórbida. Se han desvarado la capacidad de digerir. Han intentado engullir más de lo que debían. Y ahora, tienen el alma descolgajada y blanda.</span></div>
<div style="margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
<span style="background-color: black; color: white;">Hay gente con el alma vigoréxica. La quieren cada vez más fuerte, cada vez más dura. Cada vez menos fácil de herir… y de abrazar. Los vigoréxicos suelen emplear diuréticos para lo que comúnmente se denomina “secarse”, para definirse mejor. Hay gente que tiene el alma dura… y seca.</span></div>
<div style="margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
<span style="background-color: black; color: white;">Todos tenemos el alma imperfecta. Nos obsesionamos con que el cuerpo no sea como el alma. Intentamos seducir mediante él, mediante su apariencia. Intentamos que nos admiren y nos quieran por eso que se ve… porque el alma, resta oculta.</span></div>
<div style="margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
<span style="background-color: black; color: white;">Voy a seguir entrenado porque me gusta “ser una chica fuerte”. Pero me encantaría descubrir, algún día, dónde está el gimnasio “del interior”.</span></div>
<div style="margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
<span style="background-color: black; color: white;">Donde logra uno volverse fuerte… De verdad.</span></div>
<div style="color: #141823; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
<span style="background-color: black;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; color: #141823; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEim69xvnTBjx4CLS0yRPTueRhrYnBz08EAFsNYcC_S8vPH8sznskaJoLRuHrZ8g6mjOUxT64m48SMz5yXX0_1vD3K7LAR1wTuLL_WAc2n17FLRpyGNWDRszk0TP17PG54CKSuiffDfzL58/s1600/pesas.jpg" imageanchor="1" style="background-color: black; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEim69xvnTBjx4CLS0yRPTueRhrYnBz08EAFsNYcC_S8vPH8sznskaJoLRuHrZ8g6mjOUxT64m48SMz5yXX0_1vD3K7LAR1wTuLL_WAc2n17FLRpyGNWDRszk0TP17PG54CKSuiffDfzL58/s1600/pesas.jpg" height="240" width="320" /></a></div>
<div style="color: #141823; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
<br /></div>
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-21860705743636528902015-03-14T15:02:00.001-07:002015-03-14T15:12:20.116-07:00La vida es cine: depende del orden en el que montemos los planos. <div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Vladimirovic Kulechov fue un conocidísimo cineasta soviético; todo un pionero en lo que a lenguaje audiovisual se refiere. Kulechov experimentaba con la forma de montar sus productos visuales, con la comunicación, con la narrativa de la imagen. En definitiva, con el orden en el que montamos los planos... en nuestra mente. </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Uno de sus experimentos acabó siendo un hito en la historia del cine. Demostró que dos planos sucesivas no son interpretados de manera independiente por quien los observa, sino que el cerebro los integra.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Cómo? Kulechov grabó a un actor inexpresivo que debía mantener la misma expresión facial durante toda la filmación. La pauta de la emoción era esa: debía ser inexpresivo. El actor no estaba alegre, ni triste. No estaba furioso. No sentía lástima. No estaba entusiasmado, ni acongojado en absoluto. Nada. Cero emoción. Cero expresividad. </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-small;">Este fue el resultado... </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLHED3vIYLVVLNDILm59MX0qX57SuFAvrQ8By159cJfmYRaIXHEr5hDnxH0t_Z1W0hFoEmo9wYBfCqz6dNo2InY8UToycqQN9yfqwUWxER8GYzKgR3pyWyQ27qAjEhq7El4Ub2Pq6aoIs/s1600/kuleshov-effect-e1285191611777.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLHED3vIYLVVLNDILm59MX0qX57SuFAvrQ8By159cJfmYRaIXHEr5hDnxH0t_Z1W0hFoEmo9wYBfCqz6dNo2InY8UToycqQN9yfqwUWxER8GYzKgR3pyWyQ27qAjEhq7El4Ub2Pq6aoIs/s1600/kuleshov-effect-e1285191611777.jpg" height="237" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El cineasta ruso utilizó esa filmación para intercalarla con otros planos; Una joven muerta. Un plato de sopa. Una mujer recostada. </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cuando proyectaba el montaje del plano del actor inexpresivo seguido de alguno de los otros tres planos filmados, entre quienes lo visionaban se generaba una sensación, y esta dependía del plano segundo... y no del actor. </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- ¡Siente lástima por la joven!</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Pobre, está hambriento... </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">- Desea a la mujer. La observa de manera lasciva. </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El actor no sentía lástima, ni hambre, ni lujuria. El actor no expresaba emoción, pero nosotros, dependiendo del contexto, tenderíamos a crearla...</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgYShoRHI5q0MjI6oJGbeYwupoAGbOxV-y29ViDfFQ3JyQ5wFnSAa0YBX6_ZIjaEfMwd605PYVs8LZVs7UQhxWIZXU6qZ7LB0oMWVf4_w2WPGOQNTdjO8eCl4GV-08lwlpH77GXQAEvUA/s1600/montaje.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgYShoRHI5q0MjI6oJGbeYwupoAGbOxV-y29ViDfFQ3JyQ5wFnSAa0YBX6_ZIjaEfMwd605PYVs8LZVs7UQhxWIZXU6qZ7LB0oMWVf4_w2WPGOQNTdjO8eCl4GV-08lwlpH77GXQAEvUA/s1600/montaje.jpg" height="282" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La vida, es cine. La vida juega con nosotros como jugaba Kulechov. Nos enseña planos sueltos y somos nosotros los que armamos la emoción. Nuestras experiencias previas, nuestro presente, nuestros miedos, sueños y pesadillas, son especies de "niñas muertas", de "sopas" o de "mujeres recostadas". </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Un mismo suceso, un mismo problema, un mismo éxito, lo viviremos de manera muy diferente según el plano al que decidamos remitirnos para montar nuestra película. Las cosas son simples, nosotros las hacemos complejas. </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Por eso, nosotros y solo nosotros, podemos decidir la emoción que rige cada película. Porque en este sentido, la vida, es cine... </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-35356120762389778652015-01-05T09:01:00.000-08:002015-01-05T13:33:03.781-08:00Las sonrisas, se oyen. Hoy hice una llamada. Llamé para pedir información acerca de unos horarios. Mi interlocutor, un hombre, a juzgar por su voz, de mediana edad, tras escuchar mi consulta se mantuvo reticente. Mi pregunta no era incoherente: necesitaba saber a qué hora podía acceder a un centro y bajo qué normas, pero por la forma de contestar de aquel hombre bien podía parecer que estaba preguntando un auténtico disparate...<br />
Él, aparentemente malhumorado, me repitió a qué lugar estaba llamando y en qué consistía la actividad del mismo, a lo cual yo, tras pensar un instante mi respuesta y para nada en el porqué de su malhumor, simplemente asentí con un "sí". Podría haber añadido a aquel sí un justificado "ya sé a dónde estoy llamando", "pero lo que yo necesito es saber los horarios y sus normas", "gracias (con ironía...), pero si me informa sobre lo que le he preguntado, mejor", o un largo etcétera de frases altivas, hurañas y defensivas que no me habrían acercado a la información que necesitaba pero sí a demostrar que yo también luchaba por ser arrogante.<br />
<br />
Pronuncié aquel "sí" sonriendo... intenté que ese sí sonara todo lo dulce y amable que mi registro vocal permite. Y no dije nada más.<br />
Tras un silencio momentáneo, mi interlocutor volvió a hablar. Su tono pasaba de irritado a confuso. Me preguntó si iba a ser la primera vez que accediera al centro. Con el mismo tono amable y la misma sonrisa, respondí otro "sí", pero añadí algo más: "y no sé qué tengo que hacer...". <br />
Se produjo otro silencio. No pretendía recurrir a una demostración de sumisión verbal, ni a una humildad telefónica desmedida. Simplemente, me mantuve en la línea de necesitar una información y no tener motivos para enfurecerme desde el minuto 0... De no caer en provocaciones, o de no dejarme llevar por contestaciones faltas de simpatía y de cordialidad.<br />
<br />
Tras el silencio, me explicó el procedimiento a seguir y los ansiados horarios.<br />
"Gracias, muy amable". Sin ironía. Con sonrisa. Con la serenidad propia de quien ha logrado cordialmente lo que buscaba. Eso respondí. Y tras un tercer y ya más breve silencio un "gracias a usted. Que tenga una buena tarde...", que sonaba mucho más cordial y menos altivo, respondió él.<br />
<br />
Aprendamos a usar el lenguaje; aprendamos a cambiar el tono sin variar el volumen...<br />
Aprendamos a ganar sin hacer sentir a nadie que por ello, pierde. <br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhI8-GUZwV_m-HK3y1-GlvHAM0JliPbjqC7QCFjidI3FDv3f9EAXF_KqZexKS-sO9pf1h3ykNHKeUh344RWcr_fIlcBArWJhvhDqMVhykf-ZcbxABB_X5ghhvv0VULA4ozNLbJYznOnsAA/s1600/postitgracias-3-pm.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhI8-GUZwV_m-HK3y1-GlvHAM0JliPbjqC7QCFjidI3FDv3f9EAXF_KqZexKS-sO9pf1h3ykNHKeUh344RWcr_fIlcBArWJhvhDqMVhykf-ZcbxABB_X5ghhvv0VULA4ozNLbJYznOnsAA/s1600/postitgracias-3-pm.png" height="213" width="320" /></a></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-55933339225072882252014-12-22T10:59:00.000-08:002014-12-22T15:45:58.979-08:00Lo importante, es seguir...<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
Tiene la mirada fría. Sus ojos son azules, pero a veces dudo
si ese color se debe a la tonalidad de su iris o al hielo de su mirada. A "R",
así lo llamaremos, lo conocí hace poco más de una semana. Tiene 61 años, pero
es joven... Hace meses perdió ambas piernas - la consecuencia de una vida de muchísimo
tabaco y bastante alcohol - y, por si
fuera poco, le han diagnosticado cáncer de pulmón. </div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
Conocí a "R" en la sala de espera de la planta de
oncología de un hospital. Lo había visto varias veces, pero solo fue hace unos
cuatro días que finalmente hablé con él. Una conversación entre dos
desconocidos unidos por una realidad que solo quienes la han vivido de cerca
pueden entender. "R" es todo un personaje, en el buen sentido de la
palabra: aquella mañana, "R" me contó un poco acerca de su vida.
También me habló sobre el hecho de pasar las navidades en una habitación de
hospital, solo. Pero lo que más me llamó la atención de todo lo que
"R" dijo fue una frase: hay que reírse de las desgracias, así les
jodes más... Aquella mañana, le saludé esperando volver a coincidir, porque si
seguíamos encontrándonos significaría que tanto él como la persona a quien yo
tenía ingresada en ese hospital seguirían allí. Fueran navidades o no. Eso,
daba igual. Lo importante era seguir... </div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
Hoy volví a aquella sala. Fui a visitar a "R" - de
los dos que tenían que seguir, lamentablemente, solo queda él... - y le llevé
un pequeño surtido de turrones, no sé si para intentar endulzarle la navidad,
la enfermedad solitaria... o la mirada fría. </div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
"R" no esperaba mi visita. Fue grata. Y sí, algo se
endulzó. Pero curiosamente, los turrones poco tuvieron que ver. "R"
ha perdido prácticamente la salud, como él dice "precio de su
libertad", pero no ha perdido la esperanza, las ganas de luchar, de avanzar aún no
teniendo piernas. ¡Conserva toda su picardía! muestra de ello, frases como las
dichas a otro familiar de otro paciente de cáncer, afirmando que "ha
perdido las piernas pero ha ganado la visita de un mujerón, ¡30 años más joven!".
Piropos a parte, la visita a "R" también me endulzó a mí... Y me doy
cuenta de que cuando menos comprendemos es cuando más podemos aprender. Cuanto
más dolor sentimos más deberíamos solidarizarnos. Porque al fin y al cabo, lo
que importa es seguir... y que la mirada no se nos enfríe nunca. </div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
Cuando me marché le prometí a "R" volver a
visitarlo si él me prometía que, como mínimo, intentaría no ponerse peor...
Solo me dijo "voy a estar pensando en seguir bien porque te lo he
prometido". Ojalá pueda cumplir su promesa. </div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
Gracias, "R". </div>
</div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-19178979865288769962014-11-04T13:52:00.000-08:002014-11-04T13:52:07.007-08:00La jaula de PipoFue hace unos siete u ocho años. Yo salía del que era mi trabajo por aquel entonces. Recorría el camino hacia el aparcamiento junto a mi compañera de oficina cuando, de repente, sonó mi teléfono. Mi madre, alarmada, tan solo me preguntó si tardaría mucho en llegar a casa - aún vivía en la casa de mis padres - : "hay un <i>bicho</i>..." - añadió. <div>
<br /></div>
<div>
¿Un <i>bicho</i>? Definamos "<i>bicho</i>", por favor... (no me gustan mucho ciertos insectos...) Mi madre solo aclaró que se escondía debajo del armario y que solo le veía las patitas. Esperaba que yo llegara a casa y apresara al intruso. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
No se trataba de un insecto. Era Pipo. Bueno, en aquel momento solo era un agaporni azul con la cabeza completamente falta de plumas. Después de aquel día, se convirtió en Pipo. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Pipo entró volando a la casa de mis padres. Volaba mal, no sabía. Era evidente que se trataba de un pájaro criado en cautiverio. Era arisco, huidizo, temeroso. Llegó con la cabeza desplumada, seguramente por algún golpe o como secuela tras el ataque de váyase a saber qué... Hambriento. Agotado. No estaba, en absoluto, en buena forma. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Odio los pájaros enjaulados. Pero aquel agaporni era incapaz de sobrevivir en libertad. Tuvimos que buscarle una jaula y, con el tiempo justo, correr hasta la tienda de animales más cercana a comprarle pienso, antes de que cerrara. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Ya encarcelado, busqué en internet acerca de los hábitos de la especie. Todas las páginas hablaban del alto grado de sociabilidad de ese tipo de pájaros. Pero Pipo no lo era. No quería contacto. Nos miraba con curiosidad, pero receloso. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Al cabo de unas semanas, Pipo ya había aprendido a abrir una de las puertas de la jaula. Intentó volar, pero no llegó muy lejos. Su vuelo no fue mucho más que un descenso del segundo piso de la casa de mis padres a la calle. Intentaba levantar el vuelo y ser libre, pero se golpeaba contra los coches aparcados, contra las fachadas. No podía hacerlo...</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Mi padre y yo bajamos a buscarlo. Pipo... volvía a su jaula. Lastimado. </div>
<div>
Intentamos reforzar la "medida de seguridad" de nuestro pequeño presidiario. Un alambre fortificaba el cierre. Pipo, no tardó en aprender a quitarlo. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
La segunda vez llegó a la casa de una vecina. Fuimos a buscarlo. Pipo... volvía a su jaula, una vez más. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Era consciente de que no sobreviviría en libertad. Era consciente de su inconsciencia. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
No era capaz de volar, no sabía procurarse alimentos y era una presa extremadamente fácil para gatos, lechuzas y demás aves de rapiña urbanas. Moriría si lograba escapar. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
La tercera vez que consiguió abrir la jaula... no lo encontramos. No llegó a ninguna casa conocida. No lo vimos por las inmediaciones del edificio. Pipo, se había escapado... </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Mucho me temo que no pudo volar todo lo lejos que él creía que volaría. Mucho me temo que no pudo ser libre... </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Pero Pipo aprendía a abrir todas las jaulas. Insistía en escaparse. Insistía en intentarlo. Y aunque el final no fuera el que para los demás se suponía feliz, fue el que él persiguió hasta dejarse las plumas... </div>
<div>
<br /></div>
<div>
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1rNeTcM_WYqBlRlX8ovk-ZOKtQcq_TycSgBmRrEDF-bGoEVxaL36AWzMpk8PWa7b0niXQVEjhqTYKiKuZ1Pl2_KD1C2MXZVKUqccVzXWJL5pc0iTl5x3EON6jM9EGxje_qQ5fbZJs6ho/s1600/00.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1rNeTcM_WYqBlRlX8ovk-ZOKtQcq_TycSgBmRrEDF-bGoEVxaL36AWzMpk8PWa7b0niXQVEjhqTYKiKuZ1Pl2_KD1C2MXZVKUqccVzXWJL5pc0iTl5x3EON6jM9EGxje_qQ5fbZJs6ho/s1600/00.jpg" height="240" width="320" /></a></div>
<div>
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-10961304623300359042014-10-30T12:33:00.000-07:002014-10-30T12:34:17.556-07:00Hoy por hoy, gracias... mamá. En nada llegan las fiestas. Las Navidades. Y pienso que, si pudiera, las borraría del calendario. Hoy por hoy, las detesto. Hoy, que son fáciles, no las valoro.<br />
No hace mucho, en cambio, me encantaban. Y no solo porque fuera una niña y me dejara invadir por esa ilusión que se apodera de los niños en Navidad, sino porque eran complicadas.<br />
Claro está, por aquellos años, no entendía que no eran fáciles, y mucho menos comprendía el motivo que las rendía complicadas. Yo, simplemente, sentía una cierta magia... No podía, desde mi inocencia, conocer cuál era el núcleo de esa magia.<br />
Hoy si puedo...<br />
<br />
Hoy por hoy, cuando llega diciembre, aunque sin cometer excesos, claro está, un trozo de plástico con una banda magnética se encarga de hacer que las navidades "sean". Vas al super, a un par de tiendas, compras cuatro turrones y un par de regalos y la navidad está servida. Así de rápida. Así de fría.<br />
<br />
Hace unos años, a estas alturas del año mi madre ya había ahorrado mucho. Cada mes, ahorraba un poco. Así, cuando llegaba diciembre, la Navidad podía servirse. Los regalos no eran muchos y las cenas no se caracterizaban por sus derroches. No había trozos de plástico que pagaran sin dar valor. No eran tiempos fáciles. Y eran los más ricos...<br />
<br />
Hoy por hoy, no solo no me avergüenza reconocer unos orígenes humildes, sino que me enorgullecen como pocas cosas puedan hacerlo.<br />
Mi madre, mi familia entera, se encargaba durante meses de llenar el alma de ilusión, con independencia de que la cartera no lo estuviera. Esa ilusión, cargada de esfuerzo, de sumas a fin de mes y de horas de trabajo, lejos de ahuyentarse por los "malos tiempos" se agarraba al alma de mi madre y de ahí, se transmitía al resto. Y no solo en Navidad, sino siempre. <br />
<br />
Que las cosas no fueran fáciles no significaba que no pudieran ser incluso mejores. Se podía luchar, es más, ¡había que hacerlo! Había que ahorrar en desgaste para ganar en ilusión...<br />
<br />
La lucha, la ilusión, el esfuerzo, la magia... Hoy por hoy, sé de dónde provenía esa magia, gestada meses antes, cuando yo aún no pensaba siquiera en que a fin de año llegaba la Navidad.<br />
<br />
La ilusión se transmite. No se puede empaquetar, pero se regala y es un regalo que siempre llega a quien se entrega.<br />
<br />
Hoy por hoy, si creo en los principios que creo, si soy quién soy, es por momentos como todas aquellas Navidades... Y hoy por hoy, que es cuando más estás luchando, que es cuando más nos estás enseñando que lo importante es seguir, a pesar de que no sea fácil, es cuando más te lo agradezco.<br />
<br />
Porque se puede luchar... y hay que hacerlo. <br />
<br />
<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-38525634499542296152014-10-20T15:45:00.002-07:002014-12-06T10:25:38.061-08:00Necio... <div class="MsoNormal">
Necio. </div>
<div class="MsoNormal">
Descontrolado e inconsciente. </div>
<div class="MsoNormal">
Sentimiento que en ardor todo lo quemas; </div>
<div class="MsoNormal">
fuego en llamas que más que quemar, envenenas. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Necio. </div>
<div class="MsoNormal">
Excedido, intrépido, osado. </div>
<div class="MsoNormal">
Llegas a mi piel sin ser llamado, </div>
<div class="MsoNormal">
y te marchas... mas ya vives en mis venas. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Necio. </div>
<div class="MsoNormal">
Droga del poeta enamorado, </div>
<div class="MsoNormal">
emoción del sentir enajenado, </div>
<div class="MsoNormal">
sensación que eclipsa todo cuando llega. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Necia es la razón, y nos abandona, </div>
<div class="MsoNormal">
pues juramos no volver jamás a ti.</div>
<div class="MsoNormal">
Y caemos nuevamente entre tus redes,</div>
sentimiento que das vida al revivir.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBhcp1F7hG1F9OxIbKdUm-FzCNLrrLrVGp2nGp_LCAnmxaYQacP8qH_rIhMZp8RU2q-aaoGJDriSmjD1KKF2Wkdbe3xuyUn6aP3o8J-KkcAgtiUe2NwsHSu8JgajgwveO3J4jUtcMDhs4/s1600/D%C3%ADa-Mundial-de-la-Poes%C3%ADa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBhcp1F7hG1F9OxIbKdUm-FzCNLrrLrVGp2nGp_LCAnmxaYQacP8qH_rIhMZp8RU2q-aaoGJDriSmjD1KKF2Wkdbe3xuyUn6aP3o8J-KkcAgtiUe2NwsHSu8JgajgwveO3J4jUtcMDhs4/s1600/D%C3%ADa-Mundial-de-la-Poes%C3%ADa.jpg" height="255" width="320" /></a></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-72482720065374345762014-10-14T07:03:00.000-07:002014-10-14T11:45:35.042-07:00El amor es mortal<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Hace unos días, hablaba con alguien acerca de las
cosas lógicas y obvias de la vida. Aquellas para las cuales no cabe discusión
posible, y a modo de ejemplo, me preguntó cuál era la clave del éxito en las
relaciones. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La persona con quien hablaba se adelantó a mi
respuesta y puso en mi boca una conclusión que podría parecer evidente:
"El amor, ¿o no?"<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Respondí por mí misma: "No." <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">A sabiendas de que soy lo que podría considerarse una
romántica, su cara reflejó sorpresa de inmediato.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">"¿Ah, no? Y entonces ¿cuál es la clave? Sin
amor no hay relación que dure en el tiempo..."<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">"Las hay."<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Y "son
las que". ¿Las que? Sí. Son las que duran. Son las que, realmente, tienen posibilidad
de éxito. Las que no lo tienen, son aquellas que fueron fruto de la mentira más
difundida: el amor, dura. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El amor, no puede durar. Me refiero a ese amor del
que escribimos los escritores. Al amor de los poetas, de las canciones. Al amor
endulzado de las películas de Hollywood, y de las obras dramáticas. Ninguna
novela, poema, canción, película u obra dura toda la vida. Son finitas, por eso
en ellas tiene sentido. No lo tiene en la vida real. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Nos han aleccionado desde pequeños, nos han hecho
creer que los flechazos existen... y que duran. Y que eso, se llama amor y es
la clave del éxito en una relación. Discrepo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Cuando "nos enamoramos" nuestro cuerpo
deja de encontrarse en los niveles que podríamos considerar normales. Todo se
dispara. Hormonas, reacciones químicas y conexiones neuronales. Físicamente, es
imposible mantener esos niveles en el tiempo, sin morir... Pero más allá de las
cuestiones meramente biológicas que rigen "el amor", cuando nos
enamoramos creemos ilusamente que estaremos por siempre exentos de monotonía,
frustración, decepción y enfriamiento. Nadie lo está. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Y es que para "el éxito de las
relaciones", el amor no es suficiente. Si cuando ese amor se normalice no
hay nada más, todo estará perdido. La relación habrá muerto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">John Gray, un autor especializado en relaciones y
patrones de conducta de hombres y mujeres lo define así en una de sus obras:
"el amor no hace de una persona tu alma gemela. La persona con la que
podrás tener éxito es aquella que logre despertar en ti lo mejor de ti
mism@". <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La clave no es el amor romántico: es el amor propio.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Podremos amar a muchas personas a lo largo de la
vida pero pocas (muy pocas) serán las que hagan que nos amemos más a nosotros
mismos. Cuando alguien logra que te enamores de ti, has encontrado la fuerza
para que haya éxito. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Porque ese amor no es hormonal. No es cerebral. No
es químico. Es intrínseco en la propia persona. Y no muere jamás. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">Sí, soy escritora y por
ende, romántica. Pero también soy científica y por ende, realista. Por eso, al
aunar ambos perfiles, me resulta posible creer solo en un amor que supere la
ciencia... y la poesía.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidHoQgmmZKMnVR5V6zGB5gQvvq_C8ir9mznRwYXIAhbA2aeqNBXgdEgljE8F-WDveNFdvXSqNX1b4UE85tnCZX8g4SMDvh4P8XMaCB3zqnQuObfkGDJQbc29bWmXUCRA-eWQR346W5sh4/s1600/fondos_amor_rom%C3%A1ntico_fotos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidHoQgmmZKMnVR5V6zGB5gQvvq_C8ir9mznRwYXIAhbA2aeqNBXgdEgljE8F-WDveNFdvXSqNX1b4UE85tnCZX8g4SMDvh4P8XMaCB3zqnQuObfkGDJQbc29bWmXUCRA-eWQR346W5sh4/s1600/fondos_amor_rom%C3%A1ntico_fotos.jpg" height="180" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-65336843339627512212014-10-09T14:33:00.001-07:002014-10-09T14:34:33.568-07:00500 días... o ninguno. <div style="text-align: justify;">
Hace unos meses alguien a quien cinematográficamente admiro mucho, me recomendó una película. "<i>500 días juntos</i>". La típica comedia romántica donde chico conoce a chica y comienzan una historia de amor... y desamor. La película en sí, no estaba mal. Divertida. Simpática. </div>
<div style="text-align: justify;">
Quien me la recomendó lo hizo con el propósito de que la valorara desde un punto de vista técnico. Que analizara su fotografía, su iluminación, sus encuadres. Intenté hacerlo... también. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Repito que el guión no era de lo más novedoso y el final tampoco me acabó de convencer, pero hubo un detalle en esa película que sí me gustó, y mucho, y que, váyase a saber por qué, hoy me viene en mente para una nueva entrada bloguera...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Durante la película, su protagonista masculino rememora y recuerda los momentos vividos con "su chica". Las escenas "recordadas" son siempre las mismas. Y son siempre diferentes. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Depende de él mismo y de cómo se encuentra, halla en sus recuerdos detalles edulcoradamente románticos o, por el contrario, indicios de desapego y de distancia emocional. La escena que "recuerda" es la misma. Es solo su atención la que cambia. Depende tan solo de qué es lo que él quiere ver en esa escena. Y eso, es lo que ve. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hacemos eso constantemente, en todo. Somos unos nefastos observadores, incapaces de alcanzar la imparcialidad más básica. Distorsionamos la realidad para el lado que más se aproxime a cómo estamos nosotros. Y eso, es lo más triste: ni siquiera somos capaces de llevárnosla a el punto de vista que más nos convenga, para ver aquello de lo que más podamos aprender, o lo que nos haga sentirnos lo mejor posible, en cada caso. No. Sencillamente, nos dejamos arrastrar por nuestro vaivén, y con él, arrastramos las mismas "escenas reales". </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Todo depende del cristal con que miramos. Todo depende de las gafas que llevemos puestas, siempre y en cada momento. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Recomiendo la peli, por qué no, pero sobre todo, recomendaría que dejáramos de creer que hay 500 días... o ninguno. </div>
<div style="text-align: justify;">
Por cierto... al final, el protagonista logra darse cuenta de cómo era cada escena. De verdad. ;)</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="font-family: Verdana, Helvetica, Arial, sans-serif; text-align: center;">
<b><i>"La realidad no es otra cosa que la capacidad que tienen </i></b></div>
<div style="font-family: Verdana, Helvetica, Arial, sans-serif; text-align: center;">
<b><i>de engañarse nuestros sentidos." </i></b></div>
<div style="font-family: Verdana, Helvetica, Arial, sans-serif; text-align: center;">
<b><i>Albert Einstein</i></b></div>
<div style="font-family: Verdana, Helvetica, Arial, sans-serif; text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div style="font-family: Verdana, Helvetica, Arial, sans-serif; text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiujxZVQXnI5ZWxCLJNnp4Kr0fzOiLWboWIY50ug0OGsxMQBq9PSTdXVIqES-UhkpHHbFQl78FGM0vzB84909rUul9A_mzcD-l9WyApEKELW4fKSgqj08HjACoc7UHh2MNQstji97whb6M/s1600/500summerposters2e.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiujxZVQXnI5ZWxCLJNnp4Kr0fzOiLWboWIY50ug0OGsxMQBq9PSTdXVIqES-UhkpHHbFQl78FGM0vzB84909rUul9A_mzcD-l9WyApEKELW4fKSgqj08HjACoc7UHh2MNQstji97whb6M/s1600/500summerposters2e.jpg" height="241" width="320" /></a></div>
<div style="font-family: Verdana, Helvetica, Arial, sans-serif; text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><b><i><br /></i></b></span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-47523792874916733912014-10-02T15:55:00.001-07:002014-10-02T15:55:29.667-07:00Y no aprendemos...<br />
"Aprende como si fueras a vivir siempre", es la segunda mitad de una archiconocida frase de Gandhi. La segunda mitad, menos poética, menos alentadora incluso, y es que la mitad que la introduce la ensombrece, le resta aclamo fervoroso y optimismo. <div>
"Vive como si fueras a morir mañana...", la precede. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Nadie vive así, pero a todos nos encanta la idea. Suena tan bien, tiene tanta fuerza... Quizá Gandhi la llevara a la práctica. Los mortales de a pie, desde luego, no. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Pero es que de la segunda, mejor ni hablamos. Aprende. Ya el verbo no tiene la garra literaria y motivadora de "vive". Suena más flojo... No encierra la misma encrucijada meritoria, ni ese coraje decisivo. Definitivamente, suena "a menos". </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Una habla de siempre, la otra de mañana... Lingüísticamente hablando, "siempre" evoca demasiado tiempo, es un término muy lejano. "Mañana", en cambio, sí está ahí. Nuestro cerebro procesa esa palabra con más inmediatez, certeza y credibilidad. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Una de las mitades nos advierte de la muerte, nos alerta. La otra, no da sustos. No apresura, ni apremia. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Nadie vive como si fuera a morir mañana, sencillamente, porque es en ese mañana en lo que vivimos pensando. Pero de lo que estoy aún más segura, es de que nadie aprende como si fuera a no morir jamás. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
No aprendemos. Y punto. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
No somos capaces de reconocer errores, de rescatar moralejas y de enriquecernos con lo que vivimos. No es que no seamos capaces de quedarnos con el vaso "medio lleno" de las situaciones que pasamos, es simplemente que, muchas veces, no vemos el vaso... Imposible aprender de lo que no se ve. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Académicamente hay personas que nunca dejan de aprender. Pero hay aprendizajes que no entran porque, sencillamente, son como la frase de Gandhi: ni son tan poéticos, ni tan inmediatos, certeros o creíbles, ni nos dan los sustos suficientes. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Quizá deberíamos proponernos la frase mezclada: "aprende como si fueras a morir mañana". </div>
<div>
Intentar al menos que en ese mañana en el que vivimos pensando, y que sí nos suena certero y seguro, seamos capaces de recordar lo que aprendimos hoy. </div>
<div>
Hoy... porque vivamos como vivamos y aprendamos o no, no vamos a quedarnos para siempre. </div>
<div>
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-31696562651179534632014-09-26T14:35:00.001-07:002014-09-26T14:35:39.974-07:00Volver a ser actores. Volver a ser auténticos.Hoy tenía lugar el casting para la selección de actores de un proyecto cinematográfico en el que tengo el privilegio de participar en su producción. El casting estaba abierto a actores y actrices de entre 15 y 25 años. Aún así, la mayoría de los presentados no llegaba a la veintena.<br />
<br />
Todos eran actores. Todos lo eran, dentro y fuera del casting. Dentro interpretaban un papel; fuera, lo vivían.<br />
Muchos se conocían entre ellos. Pocos quedaban en el anonimato de la situación.<br />
<br />
Todos eran actores. Todos eran auténticos. Y todos, tenían en común la suerte de la edad. Esa edad en la que quieres comerte el mundo y sientes que aún así, te quedarás con hambre.<br />
Esa edad en la que llegas haciendo ruido y te marchas riendo.<br />
Una edad en la que te relacionas contra tus "rivales" sin enemistad. Sin enfrentamiento. Una edad en la que aprovechas el tiempo de espera para mejorar tus vínculos, tus sentimientos. Una edad en la que aún tocas, y acaricias. <br />
<br />
Dentro interpretaban un papel, fuera, todo era dramatismo, euforia y emoción. Todo ilusión sana e incorrupta. Ganas de que el tiempo pase para llegar a darlo todo. Paciencia para esperar a que el todo se nos dé.<br />
<br />
Tengo 31 años.<br />
Por un momento, pensé en mí hace diez. Luego, pensé en mí hace cinco. Y luego, hace tan solo uno...<br />
<br />
El problema, es que no hay espejos que nos muestren cómo va el envejecimiento de nuestra genuinidad. De nuestra pasión. De nuestras ganas. Podemos ver las arrugas de la piel, las canas en el pelo y el cuerpo entero deformarse. Pero lo importante, lo pasamos por alto. No lo vemos. No lo queremos ver.<br />
<br />
Hay "<i>castings</i>" que desgastan mucho.<br />
Tanto, que llegamos a dejar de presentarnos...<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKn4iKkq0vnJDXKAGdEkAd_qhj8n9yJd359HwYtryGkrxLpjYGCg_xsZo6uofMivGosPnvyx1iPYFaTYw4ioP7h4Qg68BtxGivY-8VNmc4SeeNaawnGhrbkLk0K7ujzXUUSDQk2yToMS8/s1600/CASTING-1.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKn4iKkq0vnJDXKAGdEkAd_qhj8n9yJd359HwYtryGkrxLpjYGCg_xsZo6uofMivGosPnvyx1iPYFaTYw4ioP7h4Qg68BtxGivY-8VNmc4SeeNaawnGhrbkLk0K7ujzXUUSDQk2yToMS8/s1600/CASTING-1.png" height="200" width="177" /></a></div>
<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-7921493801686179912014-09-23T03:41:00.000-07:002014-09-23T03:41:54.911-07:00Piensa con las tripas..."<i>Tienen que encontrar aquello que aman</i>", decía un Steve Jobs consagrado. Y dicho así, y por él, parece fácil.<br />
<br />
Hay que encontrar aquello que nos saque de la cama, que nos mantenga hambrientos, alocados. Hallar aquello que, al hacerlo, nos aporte pasión, alegría y entusiasmo. Las tres sensaciones. Juntas. A la vez. Porque entonces, andaremos cerca de ser felices.<br />
<br />
El primer reto, y nada fácil, consiste en encontrar el "aquello" al que aludía Jobs, pero cuando por fin lo encuentras, llega el verdadero desafío, del que el padre de MAC no dio tantas pistas: no dejar de amarlo.<br />
<br />
Cuando descubres qué es aquello para lo que el esfuerzo, el tiempo y las ganas nunca parecen ser demasiados, o dicho de un modo más poético, cuando tomas conciencia de cuál es el sueño que deseas cumplir, llega el problema. Y cuanta más convicción hubiera acerca del sueño, más fuerte se volverá.<br />
<br />
Llega el miedo. Llega la duda.<br />
<br />
Es entonces cuando nos decidimos a marcarnos metas "más realistas, más cercanas". No nos engañemos; "eso", no es nuestro "aquello". Comenzamos a dar palos de ciego, a diversificar, a recorrer caminos que tal vez nos acerquen a nuestra meta. Tal vez no.<br />
<br />
Dejamos de hacer lo que sabíamos que queríamos para hacer cosas que en cierto modo se le parecen. Así, es como acabamos haciendo cosas que nada tienen que ver con nuestro sueño inicial.<br />
<br />
Las metas "cercanas", nos alejaron.<br />
<br />
Nos marcamos esas metas pseudo-mediocres movidos por el miedo, por la duda. Y esas motivaciones, nunca acaban bien. Llegamos a la conclusión equivocada de que si fracasamos en esas metas viables... ¿cómo vamos a alcanzar las tan ambiciosas que planteábamos al principio?<br />
<br />
Diversificar, es alejarse.<br />
Recorrer caminos al azar, es alejarse.<br />
<br />
Si sabes lo que quieres, si tienes la suerte de estar entre esos afortunados que encuentran el "aquello que aman", no titubees. No dudes. No pierdas el tiempo en caminos alternativos.<br />
Márcate las metas que tenías al principio y no las rebajes. No las atenúes. No las aminores.<br />
Tienes más posibilidades de alcanzar esas metas que las de consolación que surgen después. Y sino, que el fracaso venga al menos por el lado de lo que de verdad querías y no de lo que te convenciste que era el máximo que podías lograr. <br />
<br />
Piensa con las tripas. Haz eso que te cause dolor de estómago, aunque a veces, también, te ocasione dolor de cabeza.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-13459764468465312242014-09-16T09:27:00.000-07:002014-09-16T09:27:08.868-07:00Tan fácil como montar en bici...Si lo pensamos, vivir es, al fin y al cabo, como montar en bici. Te subes, buscas un cierto equilibrio que te estabilice y avanzas. Las reglas básicas de funcionamiento, son las mismas: circulas por el carril preestablecido para los de "tu especie", intentas que te sirva para llegar de la manera más rápida posible a tu destino, frenas cuando la cosa se complica, tratas de esquivar los obstáculos para evitar colisionar y mantienes la distancia justa si circulas con otras bicis para no chocar contra ellas.<br />
<br />
Es algo que todo el mundo sabe hacer. En el fondo, todo el mundo debe ser capaz de subirse y pedalear. De seguir estas básicas y simples reglas.<br />
No hay mucho que pensar. Es un proceso casi mecánico.<br />
<br />
Yo... no sé montar en bici.<br />
<br />
No sé encontrar ese "cierto equilibrio" que te mantiene estabilizado. Que evita que te caigas. Que evita que tengas que volver a levantarte...<br />
No soy capaz de circular por un "carril preestablecido" de alrededor de un metro de ancho. No sé circular sin salirme, sin pisar la línea.<br />
No me interesa usar el medio más rápido y menos cansado para llegar. Quiero llegar, con independencia del tiempo, con reafirmación al esfuerzo.<br />
No consigo frenar cuando la cosa se complica; detenerme en seco como si me desconectaran, o como si conectaran un freno a pedal.<br />
No logro esquivar los obstáculos sin colisionar. Yo me golpeo. Voy contra ellos. Y es que al fin y al cabo, aunque te lastimes en el golpe, el camino siempre sigue.<br />
<br />
Lo sé: no hay mucho que pensar... es un proceso casi mecánico.<br />
<br />
Pero aún así, o quizá justamente por eso, yo... no sé montar en bici.<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEim4lybpskjbYs9RbfQ6JrTFkQHHZ-0RBlQ9C6dn9GnmSjnrVJZyH9eACi4sPX2uDI2TB7boj2s-FAyZMlDSmH0VfgozquPJsKqzclMqZ5x183LmifneZ8aEj-x-_ZWDdwlpLr53Hzjh3c/s1600/ea032173d8b398638ced29e5742ed785.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEim4lybpskjbYs9RbfQ6JrTFkQHHZ-0RBlQ9C6dn9GnmSjnrVJZyH9eACi4sPX2uDI2TB7boj2s-FAyZMlDSmH0VfgozquPJsKqzclMqZ5x183LmifneZ8aEj-x-_ZWDdwlpLr53Hzjh3c/s1600/ea032173d8b398638ced29e5742ed785.jpg" height="320" width="252" /></a></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-81976499046821257232014-09-08T15:29:00.002-07:002014-09-08T15:29:35.088-07:00Sé un pit bull... Vaya por delante que adoro a los perros; a todas las razas - y también a los que carecen de una definida - y que soy de esas personas que opinan que el perro crece según se cría, según se educa, y que el carácter violento, más que en el perro, habría que contemplarlo en el propio dueño... Por descontado estoy absolutamente en contra de toda forma de maltrato animal y, por ende, estoy en contra de las peleas de perros. Y de sus dueños...<br />
<br />
La cuestión, desprecio hacia ciertas prácticas aparte, es que recientemente escuché que existe un rasgo en una de esas razas "potencialmente peligrosas" que si bien resulta atroz, me voy a permitir utilizarlo como metáfora literaria para esta entrada. Como recurso reflexivo a pesar de su tristeza y su barbarie.<br />
<br />
No sé si es del todo cierto, pero dicen que la raza <i>pit bull</i> tiene la particularidad de, al atacar, "no soltar" mientras note latido... Las consecuencias, obviamente, son letales para el atacado.<br />
Cuando estos perros, educados y criados para estas detestables peleas, se encuentran inmersos en una lucha contra otro individuo de su misma especie, quizá también de su misma raza, tienen un único objetivo: ganar. Y mientras haya pulso, no sueltan. Recibirán contraataques, se verán lastimados, encontrarán resistencia y tendrán que soportar. Pero no soltarán. No hasta lograr su retorcida meta... <br />
<br />
Es horrible en su contexto. Resultaría maravilloso, desde una perspectiva metafórica, aplicado al supuesto civismo de los que no somos perros...<br />
<br />
Y es que, afortunadamente, nuestras metas no suelen ser las mismas que la de estos animales. Y sin embargo, soltamos...<br />
<br />
En la vida, sé un pit bull.<br />
Lucha. Enfréntate. Logra aquello para lo que tú mismo te has criado. Aunque te ataquen. Aunque salgas herido. Aunque quepa la posibilidad de que pierdas.<br />
<br />
Mientras haya latido, mientras quede esperanza, no sueltes...<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-qZvSrIs4VB7-MROe216XxZDqcWQo8k1qZkkd62g-RbUBuTcwpxW8OAFg0cBnuNH-BM0ArMx_G_UOpFO6RdO5BOWWm0tnQqFS8vYu_05ijRTMl1uvFtwI4wWAk6YsHftWOu9VmiEexF0/s1600/pitty+noise.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-qZvSrIs4VB7-MROe216XxZDqcWQo8k1qZkkd62g-RbUBuTcwpxW8OAFg0cBnuNH-BM0ArMx_G_UOpFO6RdO5BOWWm0tnQqFS8vYu_05ijRTMl1uvFtwI4wWAk6YsHftWOu9VmiEexF0/s1600/pitty+noise.jpg" height="320" width="269" /></a></div>
<br />
<br />
(<i>Mi más sincero apoyo y respeto a los que persiguen las luchas de perros; a los que luchan por dar una vida digna a estos animales y a los que tienen este tipo de mascotas como lo que deberían ser siempre... Y mi más sincero rechazo a los que participan de este tipo de rusticidad inhumana.</i>)<br />
<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-13559742465266296622014-09-05T16:21:00.001-07:002014-09-05T16:30:30.497-07:00Miles de personas.... ¿son tantas? <div class="MsoNormal">
A lo largo de una vida se calcula que podemos llegar a
conocer entre 2 mil y 5 mil personas.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Tiene lógica: </div>
<div class="MsoNormal">
Compañeros de colegio, de instituto, de universidad. La
gente que conociste estando de viaje. Aquellos que fueron parte de salidas y
diversiones varias. Gente en pubs y bares. Amigos. Amigos de amigos. Familiares
de amigos. Parejas de amigos. Tus propias parejas. Los compañeros de aquel
trabajo. Y de aquel otro. Y de ese otro también. Las personas que conociste
durante aquel curso. Los que practicaban aquel deporte contigo. Todos los que
entrenaban en aquel gimnasio, que bailaban en tus clases de baile o que
compartían aficiones en aquel centro o club. Tus profesores. Tus jefes. Tus caseros.
Tus inquilinos. Tus compañeros de piso. Aquel imbécil que no soportabas. Aquel otro imbécil
sin el que no querías estar… </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Varios miles. Son muchos. Seguramente, cuanta más alta sea
la cifra, más afortunado serás. Más te habrás enriquecido. Más habrás aprendido
de gente distinta a ti. Más éxito social habrás logrado. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Resulta obvio que si se supera una cierta edad (digamos ¿unos
4 años?) no podamos acordarnos de todos. Ni siquiera de muchos. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Varios miles… ¿son tantos? </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La cuestión no es cuántas personas vas a conocer sino de
cuántas vas a lograr acordarte cuando estés de vuelta de todo. Cuántos y qué nombres
y apellidos seguirán en tu recuerdo cuando ya nadie nuevo vaya a tener la
oportunidad de conocerte… </div>
<br />
<div class="MsoNormal">
Y sobre todo, la cuestión es cuántas de esas personas se
seguirían acordando de ti. También cuando ya no estés… </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-21928641724784091342014-09-01T06:33:00.000-07:002014-09-01T06:42:32.127-07:00Necesitamos los "me gusta"<div class="MsoNormal">
Hoy he "cerrado"
mi Facebook personal. Lo pongo entre comillas porque la red social se lo tiene
montado de modo que te obliga a tener un perfil para poder tener una página. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Siendo
escritora (o luchando por serlo...) Facebook resulta un excelente aliado
profesional. Es una herramienta muy útil de difusión de proyectos creativos. Es
un pseudo-blog que "llega fácil". Es una maravillosa agenda de
contactos. Es un modo de estar presente, en el candelero; siempre ahí. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
¿En serio? <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Yo escribo
porque adoro escribir. Me gusta compartir todo aquello que me viene a la mente de un modo más o menos literario (como
de hecho estoy haciendo ahora mismo); los escritores intentamos ponerle poesía a
lo que pensamos, narración a lo que vivimos y misterio a lo que inventamos. Sentimos
a través de las palabras. Nos emocionamos por medio de las letras. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Yo empecé a
usar mi Facebook personal, mi perfil, como un blog. Y, sinceramente, después de
haberlo usado durante años, creo que la razón que nos lleva a usar ciertas
redes sociales no es otra que el mero hecho de que necesitamos los "me
gusta". <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
No se debe a
que sea un modo de estar "en contacto". No es una agenda profesional.
No es una vía de expresión artística. No. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 15.8pt;">
Creo sinceramente que
todo se limita a "los me gusta"... <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 15.8pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 15.8pt;">
En Facebook todo es
bueno. Es la red social donde todos somos guapos y todos nos queremos. Una red
de "me gustas" que no cuestan nada y una red de "amigos"
que, en muchas ocasiones, no hemos visto más de una vez, o que no volveremos a
ver jamás. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 15.8pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 15.8pt;">
Pero cuando la usamos
para compartir nuestras pasiones la pregunta, al cabo de unos minutos, de un
día, o de varios, es siempre la misma: ¿cuántos me gusta tiene la publicación?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 15.8pt;">
Corremos el riesgo de dejar de hacer
aquello que nos gusta simplemente, por y para nosotros, y de empezar a hacerlo
para que le guste a los demás...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 15.8pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
No digo con
todo esto que Facebook no sea una herramienta útil. Solo digo que Facebook ni
te da amigos... ni te suma apoyos. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
Por eso, hoy he
"cerrado" mi Facebook personal... y he vuelto a abrir este blog. Y, la verdad, "me gusta"... <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_5BctPSPgNLLTe8U9UntfYSwCwsIb9-6Zx-59dGTGJj3OJx4vVotTuCPyHCHLki7PW04_3HJgNlyADE45OKahVE8wCsXhXUNzlHXXl2nXiZwFMtWSMPj0cQNWKgdUtv2O11Vaqd-ejEg/s1600/megusta.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_5BctPSPgNLLTe8U9UntfYSwCwsIb9-6Zx-59dGTGJj3OJx4vVotTuCPyHCHLki7PW04_3HJgNlyADE45OKahVE8wCsXhXUNzlHXXl2nXiZwFMtWSMPj0cQNWKgdUtv2O11Vaqd-ejEg/s1600/megusta.jpg" height="56" width="200" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-52619710145101348082013-09-29T04:51:00.000-07:002014-08-20T14:26:20.076-07:00Que viene el león…<div class="MsoNormal">
Hay muchas cosas que distinguen al ser humano del resto de
los animales, pero hay una en concreto que lo diferencia de una manera en
absoluto favorable para nuestra especie: el miedo injustificado. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Hace poco escuché una comparación que hacía Eduard Punset
entre los seres humanos y las gacelas; explicaba cómo, al aparecer los leones,
las gacelas empezaban a correr, a huir, pero solo hasta que una de ellas era
capturada. Después de que eso sucediera, las demás ya no tenían razones para
escapar, ya que “su miedo” ya tenía presa y no iba a seguir persiguiéndolas.</div>
<div class="MsoNormal">
El ser humano, a buen recaudo, seguiría corriendo… ¿y si
prefieren probar otra? ¿y si quieren más?...</div>
<div class="MsoNormal">
“Y si”, “y si”… </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El miedo es necesario. Nos permite sobrevivir; nos vuelve prudentes y nos ayuda a prevenir peligros
para nuestra integridad. </div>
<div class="MsoNormal">
El hecho de que el miedo nos visite no es malo, el problema
llega cuando dejamos que se acomode en nuestro sofá… Y sabemos que se está “acomodando”
cuando empezamos a temer cosas que no son reales; miedos que solo existen en
nuestros “y si…” </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La clave es el tiempo: temer lo que nos está pasando es
normal. Temer lo que quizá, tal vez, algún día nos pase, definitivamente… no.</div>
<div class="MsoNormal">
Cuando un “león” nos pise los talones, tenemos que correr,
pero no podemos dejar de estar en la sabana por si hay leones, ni tampoco
correr hasta provocarnos un colapso cardiorespiratorio cuando “nuestro supuesto
león”, realmente, no nos está persiguiendo.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Pongo un ejemplo en primera persona: me pasé años en un
trabajo que no soportaba por miedo a los “y si…”: y si no encuentro otro
trabajo, y si no puedo afrontar gastos, y si me arrepiento… Por suerte, el león me atrapó y no tuve que
seguir pensando en posibles problemas de futuro… No solo encontré otro trabajo,
desde mi perspectiva, mucho mejor, sino que logré tiempo para descubrir qué
quería hacer con mi vida profesional… y empezar a hacerlo. </div>
<div class="MsoNormal">
Ninguno de mis “y si…” se cumplió. Ninguno de mis miedos se
reflejaron en la vida real… y yo pasé años temiendo unas desgracias y un
sufrimiento que jamás llegaron. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En lo profesional, en lo personal, en lo emocional… en todo.
No busques miedos, no te pongas excusas. No tengas miedo. VIVE. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Hoy. </div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Mañana, llegarán nuevos “leones”… pero, casi seguro, ninguno
de ellos será el león de tus “y si…”.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHJpNEM8JTAesWczCZsoDnHgPEvvAp0h7dNBi2-RqCrHuqxZ6wunmFtOed54ULNblRSouALBEEcNnOx6lgGslDkEHPcav6v1SXooDZX8J-BhW0RCnAeSD1zQtyaYpbHlX0P2Mhq0YLzdA/s1600/el+rey+de+la+sabana.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: black;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHJpNEM8JTAesWczCZsoDnHgPEvvAp0h7dNBi2-RqCrHuqxZ6wunmFtOed54ULNblRSouALBEEcNnOx6lgGslDkEHPcav6v1SXooDZX8J-BhW0RCnAeSD1zQtyaYpbHlX0P2Mhq0YLzdA/s1600/el+rey+de+la+sabana.jpg" height="178" width="320" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="color: #f3f3f3;"><br /></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-69445496377849997762013-07-19T07:06:00.002-07:002014-08-20T14:26:43.157-07:00La semilla de la esperanza… en un banco<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Hoy me ha pasado algo muy particular: he tenido que ir al banco (a mi entidad habitual) para abonar los impuestos trimestrales de una asociación de la que soy parte desde hace ya un tiempo… Ya se sabe, Hacienda, somos todos… </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Un banco, impuestos, Hacienda: ¿y con qué me encuento al ser atendida? Con un agricultor de unas semillas muy especiales. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Alejandro, que así se llama el trabajador de banca (el agricultor de semillas) que me atendió amablemente, nada más percatarse del nombre de la asociación, claramente alusivo al concepto medioambiental, me preguntó si yo era medioambientalista… pero que si lo era conmigo misma. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Mi respuesta, más movida por la prisa que por la reflexión, fue una afirmación no muy explicada, y su siguiente pregunta, una señal de que la conversación bien podía merecer esa calma que no suele protagonizar este tipo de servicios: </span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 10pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;"><span style="font-family: Calibri;">-</span><span style="font: 7pt 'Times New Roman';"> </span></span></span><span style="font-family: Calibri;">¿Qué haces para reciclarte?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Dio de lleno. La siguiente respuesta la pensé un poco más:</span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="margin: 0cm 0cm 10pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;">
<span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;"><span style="font-family: Calibri;">-</span><span style="font: 7pt 'Times New Roman';"> </span></span></span><span style="font-family: Calibri;">Reinventarme siempre, con ilusión… </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Hace unos meses “dejé” los servicios de auditoría y consultoría por quehaceres más creativos, artísticos y, por qué no decirlo así, hasta bohemios. Alejandro, un trabajador de banca en puertas a su próximo cambio de rumbo, un joven que ha decidido apostar por el apoyo a las personas, por el coach y por un futuro profesional del todo reinventado, del todo reciclado, sacó de una cestita de mimbre que lucía un cartel con la frase “semillero de sonrisas” una tarjeta y, tras escribir en ella mi nombre, me la entregó. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">“No te rindas, que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños”…</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Debajo de esa frase, el modo de “sembrar sonrisas” en el alma. Poético, motivador, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pero sobre todo inauditamente sorprendente. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Metí la tarjeta en mi cartera. Era la primera vez que salía del banco sin que en mi cartera entrara o saliera dinero, sino un papelito con un mensaje de esperanza, de fuerza… y de ecología interior. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Nunca sabemos dónde vamos a encontrarnos una de esas señales que te indican que sigas adelante. Que la vida es muy corta para no permitirse soñar hoy y ahora. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Yo hoy encontré una de esas señales en uno de los bancos más odiados de este país, pagando los impuestos de un estado corrupto y en una época de crisis inalterable. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Vale la pena sembrar. Porque en medio de las espinas, siempre hay rosas… </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">P.S. Gracias Alejandro… y suerte en tu nueva etapa. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><br />
<span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgALLKxvdRJgV2h4dvo5oBzA81iZ_0ulM1T5uAu9KZFRN5N_7Jl0zfYU21OgkxLi2ni2HNjG6AraDFP9P0qln1F5kDv6Gs6j7QZPGLEfmj0jS9zG93ldJoz2zFZO25hc8w0z_XqCyJdnpk/s1600/semillas2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: black;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgALLKxvdRJgV2h4dvo5oBzA81iZ_0ulM1T5uAu9KZFRN5N_7Jl0zfYU21OgkxLi2ni2HNjG6AraDFP9P0qln1F5kDv6Gs6j7QZPGLEfmj0jS9zG93ldJoz2zFZO25hc8w0z_XqCyJdnpk/s1600/semillas2.jpg" height="320" width="240" /></span></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<span style="font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></span></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-6713390222337398392013-05-14T04:28:00.005-07:002014-08-20T14:27:09.908-07:00Cuéntamelo todo…<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Últimamente, entre firmas de libros y redes sociales, he tenido el placer de poder intercambiar palabras e impresiones con algunos lectores de mi novela “Por una cabeza”. Recibir comentarios es siempre muy gratificante pero, además, recientemente me han preguntado mucho por “cómo es eso de escribir”… Y por a esa pregunta, nace esta entrada. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">En mi caso, yo nunca me planteé escribir como un oficio o una labor. Nunca he escrito con el propósito de ser “escritora”. Y solo sé que, en algún momento, no recuerdo cuál con precisión, sentí que era eso lo que quería hacer: quería escribir. O mejor dicho, quería contarlo… todo. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Escribir, a mi entender, no consiste solo en narrar historias. Hay que “contar” mucho más en esas historias de lo que las propias historias cuentan. Hay que procurar que las historias encierren sensaciones y vivencias que traspasen el papel que las soporta. Hay que poner el alma y el corazón en lo que se narra, con independencia del formato en el que se escriba. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">¿Qué si es difícil escribir? Yo creo que no. Cada escritor tiene su estilo y todos sin excepción son válidos. Unos gustan más, otros no tanto… pero lo importante (y lo difícil) es que las palabras tengan algo más que letras. Que tengan emoción. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Todos podemos “inventar” una historia. El ser humano está dotado de una imaginación extraordinaria y con ella muchos llegan a desarrollar una creatividad inexorable… pero entonces ¿dónde está la clave de contar historias y no limitarse a escribirlas? </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">En primer lugar, creo no equivocarme al afirmar que NUNCA se debe escribir acerca de lo que no se conoce. De algo que no se ha vivido, de un modo u otro. Ya sea un lugar, un sentimiento, una situación… es muy complicado poner el alma en contar algo que no hemos experimentado, sencillamente porque nuestra alma podría pasar de largo sobre ese “algo” que le es ajeno. No digo con ello que se escriba solo a modo autobiográfico, de hecho yo aún no he escrito nada que me haya pasado en términos de argumento, pero ¿cómo describir al punto tal de contagiar, por ejemplo, la ira si nunca nos hemos enfadado? Si quieres transmitir un enfadado en tu historia, recuerda alguna vez que te hayas llenado de esa sensación. Y entonces, corre a escribir. No cuentes solo la trama de tu historia. Cuenta el sentimiento; la emoción.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Con mucho esfuerzo y más devoción, se encuentra la constancia necesaria para escribir una historia de ficción… pero para que sea creíble, trate de lo que trate, debes sentirla tú primero. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Esa es la dificultad a la hora de escribir. El resto, llega solo… antes o después. </span></div>
<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif'; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman'; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">Si quieres escribir, no te dejes nada en el tintero. Pon pasión en cada letra… y cuéntalo todo. </span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-64548649553510089332013-03-28T12:30:00.000-07:002014-08-20T14:28:14.976-07:00Quién pudiera volar...<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Si bien ha pasado algo de tiempo desde la última vez que añadí ideas a este blog, me gustaría continuar en esta entrada con la línea de mi publicación anterior: la constancia. La tenacidad en proyectos, en objetivos y en metas, porque, al fin y al cabo, en los tiempos que corren, no viene mal recordar que no hay que darse por vencido si se persigue algo, por descabellado que pueda parecer. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Y para ello, vuelvo a usar un recurso comparativo sacado de Italia, solo que esta vez dejo de lado a San Pedro y el bronce de su pié en el Vaticano para buscar más al norte un ejemplo de convicción y de esfuerzo... </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">¿Dónde? En Florencia. ¿A quién? A Leonardo Da Vinci, un genio grandiosamente loco o un loco genialmente grande. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Leonardo Da Vinci fue uno de los más grandes artistas del renacimiento italiano: pintor, escultor, arquitecto, filósofo, poeta, escritor… E inventor. No voy a nombrar sus obras (esto no es una lección de historia del arte) pero seguramente tampoco haría falta nombrarlas para imaginar, de manera inmediata, al Hombre de Vitruvio, a La Gioconda o a la Última Cena… </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Pero genialidades y éxitos aparte, fue quizá un proyecto que quedó “imperfecto” el que vino a ser su mayor obsesión: su, aparentemente, mayor fracaso. VOLAR. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Leonardo Da Vinci quería lograr la manera en que el hombre pudiera levantar el vuelo, buscaba el invento que permitiera al hombre alejarse de la tierra firme y regresar a ella sin altercados. Dedicó años a su investigación, prototipos a sus ideas y convicciones a su utopía. La utopía que para los demás, nunca dejaría de ser solo eso. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Leonardo no estaba muy desencaminado y se aproximó bastante a lo que hoy conocemos como helicóptero… Su utopía, al fin y al cabo, era posible. Aunque nadie lo creyera, aunque él mismo no lograra verlo con sus propios ojos. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">No digo con ello que hagan falta siglos para cumplir los proyectos, las ideas; digo solo que a veces lo que parecería imposible, en realidad no lo es. Es solo cuestión de buscar el modo y el momento. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Leonardo lo sabía… “algún día, el hombre volará”. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Y 500 años después, el hombre… voló. </span><br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaJDg2L8Wd-4NhBDrzG12My28-ji-8uDeI1z0PmK1D-_akO8KAKPd2bw-3-iOGy0anVJeToBuMLOaX17WC1rM_xNm31noZdFJ860eaf9W83Wk0tYFszhqeoV4J8eg8n6SdEbwXYF5g3b4/s1600/vitruvio.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaJDg2L8Wd-4NhBDrzG12My28-ji-8uDeI1z0PmK1D-_akO8KAKPd2bw-3-iOGy0anVJeToBuMLOaX17WC1rM_xNm31noZdFJ860eaf9W83Wk0tYFszhqeoV4J8eg8n6SdEbwXYF5g3b4/s1600/vitruvio.jpg" height="320" usa="true" width="285" /></a></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-19191294363525174712013-01-02T04:00:00.001-08:002014-08-20T14:28:39.600-07:00CON CONSTANCIA A PRUEBA DE BRONCE<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">En Roma, o mejor dicho, en la Ciudad del Vaticano, hay una escultura muy especial. Y no lo digo por la escultura en sí, que también, sino por la interpretación que podría dársele.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Se trata de una escultura de San Pedro, dentro del propio Vaticano, cerca del Altar Papal. San Pedro, labrado en bronce puro, está sentado, viendo los siglos pasar… </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Es tradición, al pasar por él, tocarle el pié derecho. Y esto es lo que esa “costumbre” ha supuesto con el paso de esos siglos que el inmóvil San Pedro ve pasar, inmutable. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<br /></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieiiFKP1fnJyhVBEEQCAGPrynqzZNefLQMOODDWzDRfGw4XbU79x1606OaNwiJFGVI10VYTSj2opkIdcDka35qrMBFqmaiBOtzC8IgP01bFNUtFGtIECHFSjqI-yEs1aWeBwr4JhmHNcY/s1600/st-peter-enthroned.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: black;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieiiFKP1fnJyhVBEEQCAGPrynqzZNefLQMOODDWzDRfGw4XbU79x1606OaNwiJFGVI10VYTSj2opkIdcDka35qrMBFqmaiBOtzC8IgP01bFNUtFGtIECHFSjqI-yEs1aWeBwr4JhmHNcY/s1600/st-peter-enthroned.jpg" eea="true" height="298" width="400" /></span></a></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimwxE8oG5Znx1Yo_dXHh6wHvujrA-4EpX4dN3nkGxsqG6W9mYt-a6U_l3o7aABresCAYh4tCoQM1xY8h1IG5ZyAodfpwgN9xSosbZxMEJ46stK6bvIY98GRPBB2wfSrBZ8pXolhU0SW8w/s1600/st-peter-enthroned2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: black;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimwxE8oG5Znx1Yo_dXHh6wHvujrA-4EpX4dN3nkGxsqG6W9mYt-a6U_l3o7aABresCAYh4tCoQM1xY8h1IG5ZyAodfpwgN9xSosbZxMEJ46stK6bvIY98GRPBB2wfSrBZ8pXolhU0SW8w/s1600/st-peter-enthroned2.jpg" eea="true" height="298" width="400" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Una mano, y otra, y otra más, han hecho que el portador de llaves más famoso del mundo se quede practicamente sin dedos en el pié. Y todo, por la acción de una caricia… o de millones de ellas.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Dice una celebre frase que si el ser humano fuera constante, sería invencible. Quizá esta escultura sea un ejemplo más que visible de esa afirmación. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">2013 acaba de empezar y todos nos marcamos propósitos que deberían mejorar nuestras vidas, pero muchos de ellos quizá nunca lleguen a “las uvas” de 2014… o incluso se deban replantear con ellas. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">En mi humilde opinión, creo que el secreto de todo éxito no está en otro lugar que en la constancia: en no limitarse a tocar el bronce un par de veces y esperar que con eso cambie algo, sino en estar dispuestos a tocarlo mil veces, millones. E incluso más si hace falta.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Porque, toda empresa difícil, todo propósito anhelado y todo objetivo que parezca distante, al principio, siempre es de bronce: duro, frío y mucho más fuerte que nosotros, meras manos mortales de carne corrompible.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Pero gota a gota, se hace el río. Y mano a mano, el bronce se doblega. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Porque si fueramos realmente constantes, realmente, las cosas imposibles parecerían más probables. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Porque si realmente fueramos constantes, seguramente, seríamos invencibles. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Porque sé cómo de fuerte es mi bronce, y sé cómo de suaves son mis manos, y aún así, empiezo este nuevo año con mi lista de “esculturas” a acariciar…<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Te invito a que nunca dejes de acariciar las tuyas. </span></div>
<span style="font-family: 'Calibri','sans-serif'; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman'; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">Feliz año nuevo. Feliz 2013...</span><br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4951183125783689561.post-68437658790085270472012-10-26T04:48:00.003-07:002012-10-26T04:48:44.496-07:00Recortes en cultura en Canarias: cada libro, cuenta. El pasado mes de septiembre pasaron dos cosas fundamentales para mí, en lo que a libros se refiere. Una muy buena y una muy mala.<br />
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La muy buena: Terminaba de publicarse mi primer libro "Por una cabeza" e iban llegando los ejemplares a las librerías.<br />
La muy mala: El Ministerio de Cultura suspendía convenios que afectaban al patrimonio bibliográfico de Canarias.<br />
<br />
Un par de semanas más tarde, comencé la organización de mi agenda con vistas a celebrar presentaciones, encuentros con la autora y círculos de lectura. Por motivos obvios, las presentaciones las fui (y las voy) cerrando en librerías que tienen a la venta mi libro, pero ya desde antes de publicarlo, siempre tuve claro que había un lugar donde quería presentarlo: La Biblioteca Pública Municipal de mi ciudad natal, Santa Cruz de Tenerife.<br />
<br />
Una de esas bibliotecas a las que "Cultura" ha recortado...<br />
<br />
Desde la Biblioteca, se aceptó la propuesta y se me asignó fecha y sala.<br />
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Curiosamente, y a la par, un lector muy allegado compraba un segundo ejemplar de mi libro para regalarlo a alguien que quisiera leerlo, pero que no pudiera comprarlo (no es un libro caro, pero hoy en día, lamentablemente, para muchos un libro puede resultar "un lujo innecesario" con independencia de su precio...)<br />
<br />
Esto hace que, especialmente para los que aún llevamos poco tiempo dedicados a "escribir", nos cueste mucho vender, y de consecuencia, hacernos un hueco en el "mundillo" y seguir dedicándonos a ello.<br />
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Y todos estos hechos aislados, puestos juntos, me llevaron a tomar una decisión. Una decisión que no cambiará nada de todo lo dicho de manera sustancial, pero que quiero igualmente. <br />
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Celebraré una de mis presentaciones en la Biblioteca Publica de Santa Cruz (la famosa "Casa de la Cultura"), y aprovecharé el acto para ceder algún ejemplar de mi libro al fondo de la propia Biblioteca. ¿Cómo pago por prestarme (sin lucro alguno) las instalaciones en mis comienzos, cuando aún "no soy nadie"? También. Pero no sólo. Quiero dejar mi libro en la Biblioteca porque es mi minúscula contribución al fondo bibliográfico que Cultura ha recortado (es sólo un gesto, no cambia nada, pero CADA LIBRO, CUENTA). Y quiero dejar mi libro porque no quiero que alguien que quiera tenerlo en sus manos y leerlo, y de verdad no pueda permitírselo económicamente, deje de concederme el honor de leerlo.<br />
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Ya lo he dicho, y lo repito. Sé que no es gran cosa; sé que no cambio nada con ello. Pero cada libro cuenta... y cada lector, aún más.<br />
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J. Castañeda<br />
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<br />Unknownnoreply@blogger.com0