lunes, 8 de septiembre de 2014

Sé un pit bull...

Vaya por delante que adoro a los perros; a todas las razas - y también a los que carecen de una definida - y que soy de esas personas que opinan que el perro crece según se cría, según se educa, y que el carácter violento, más que en el perro, habría que contemplarlo en el propio dueño... Por descontado estoy absolutamente en contra de toda forma de maltrato animal y, por ende, estoy en contra de las peleas de perros. Y de sus dueños...

La cuestión, desprecio hacia ciertas prácticas aparte, es que recientemente escuché que existe un rasgo en una de esas razas "potencialmente peligrosas" que si bien resulta atroz, me voy a permitir utilizarlo como metáfora literaria para esta entrada. Como recurso reflexivo a pesar de su tristeza y su barbarie.

No sé si es del todo cierto, pero dicen que la raza pit bull tiene la particularidad de, al atacar, "no soltar" mientras note latido... Las consecuencias, obviamente, son letales para el atacado.
Cuando estos perros, educados y criados para estas detestables peleas, se encuentran inmersos en una lucha contra otro individuo de su misma especie, quizá también de su misma raza, tienen un único objetivo: ganar. Y mientras haya pulso, no sueltan. Recibirán contraataques, se verán lastimados, encontrarán resistencia y tendrán que soportar. Pero no soltarán. No hasta lograr su retorcida meta...  

Es horrible en su contexto. Resultaría maravilloso, desde una perspectiva metafórica, aplicado al supuesto civismo de los que no somos perros...

Y es que, afortunadamente, nuestras metas no suelen ser las mismas que la de estos animales. Y sin embargo, soltamos...

En la vida, sé un pit bull.
Lucha. Enfréntate. Logra aquello para lo que tú mismo te has criado. Aunque te ataquen. Aunque salgas herido. Aunque quepa la posibilidad de que pierdas.

Mientras haya latido, mientras quede esperanza, no sueltes...




(Mi más sincero apoyo y respeto a los que persiguen las luchas de perros; a los que luchan por dar una vida digna a estos animales y a los que tienen este tipo de mascotas como lo que deberían ser siempre... Y mi más sincero rechazo a los que participan de este tipo de rusticidad inhumana.)


No hay comentarios:

Publicar un comentario